Empezó a pensar en un nuevo teorema:
- Todo lo que sube baja.
No.
- Del centro hacia afuera todo es igual.
No, no.
Se despojó de su túnica y, a cambio, una esclava le dio una ficha.
La pared norte mostraba un mosaico del Laberinto.
Parecía flotar en el agua tibia.
"¿Eureka?, pero..., ¿a quién le interesa?"
No hay comentarios:
Publicar un comentario