¡Recluida en el pozo seco pronto se callará!
¡La paciencia es una gran virtud, pero mis tripas rugen!
¡Fuera de mi vista, fuera...! -gritó histérica-.
Está famélica -susurró el del bigote largo-.
Es un saco de huesos -chasqueó su lengua el más joven-.
¿Por qué no nos la jugamos a un Mah Jong?
¿Todavía estáis ahí? ¡Dañáis mi olfato de rata vieja...!
El de la coleta se hurgó los dientes con una uña muy larga, entrecerró sus ojillos astutos y abrió la espita del gas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario