miércoles, 4 de mayo de 2016

PINCELADAS PARA UNA EXPOSICIÓN





Es como sale mejor, con la mirada al frente, fija en un punto cercano al infinito por encima del objetivo; la mano izquierda sobre el puño dorado de la espada y la derecha abierta sobre el plexo acariciando la roja cruz de malta.

Un instante eterno: abre el diafragma, dispara. Después viene la sesión de cuadro-shop: quitar el reflejo en los quevedos, retocar un bucle, pegar un último brochazo al óleo, y dejarlo secar. 

Al fin cuando se exhiba, abierto a todas las tendencias, contrasta, opina; pero sobre todo, aléjate del arte ultramoderno, ese impresionismo que todo lo emborrona. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario