En esa casa no vive Mizuki
Tanaka. El señor ha dejado su apartamento de la playa de Norigami. De hecho se
fue a una gira por Sudamérica y no sabemos cuándo volverá. Su trabajo de
supervisor de plataformas petrolíferas le permite largas ausencias. Su esposa se
reunirá con él en Río, cuando termine su pase de modelos. Él no lo sabe
todavía, pero ella está de tres meses. Se lo ha dicho a su estilista que sonríe
pensando en su novio bombero: el rojo le sienta tan bien.
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