martes, 21 de octubre de 2014

ODISEA MICROESPACIAL

Hoy parece que ella tiene la voz todavía más dulce que ayer. Han pasado más de 3000 años, 3001 para ser exactos. Ella trabajaba en un cabaret de provincias. La gente le decía los más extravagantes piropos: ¡Máquina!, ¡Tragaperras! Sus discos estaba hechos de un material ignífugo. Yo me hice con todas las monedas, dejaron de frecuentar aquel local y tuvieron que cerrar.
- Hal, ¿estás ahí?
Introduzco una moneda por la ranura por toda respuesta. Siempre elijo la misma canción:
"Eres el amor de mi vida y mi locura".

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