- ¿Dónde está el abrecartas que nos regalaron para la boda?
- ¡Y yo qué sé!, hace más de un siglo que no recibimos cartas.
- Lo habrás dejado olvidado en la espalda del cartero.
- ¿Qué cartero, Damián?
- ¡Ca, ese se fue a Méjico, el Ambrosio!
- ¿El que se casó con la Emerindita?
- La misma que luego se fue con el Salustiano.
- ¡Ay, con lo buen muchacho que era!
- Menos mal que aún quedamos tú y yo.
- Y el Ambrosio.
- Hace tiempo que no nos trae flores.
- Es la ley.
- La ley de los vivos es no olvidarse.
- No olvidar...
... Y el viento deja en el aire un rumor de hojas secas.
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