lunes, 28 de diciembre de 2015

LAS NIÑAS DE LA CURVA

Las besa con suma conciencia para no equivocarse. Aunque a veces confunda la arruguita en la comisura de los labios de la pizpireta Lisa, con la peca que se asoma bajo el párpado de la callada Louise, son como dos gotas de agua.

Seguro que las has visto cogidas de la mano con su vestido azul, sus zapatitos de charol y su sonrisa traviesa en el pasillo del hotel Overlock. Hace tiempo que se fueron de la habitación roja. Ten cuidado cuando gires el volante de tu caravana, porque suelen hacer autostop en esa curva.

lunes, 21 de diciembre de 2015

POLI Y CHINELA

Como sombras disipadas por un nuevo amanecer, yacen exánimes, uno encima del otro, desmadejados, sin alma, al terminar la función. A veces, dan ganas de hacerse pequeño y gritar cuando pregunta la voz de bambalinas que si hemos visto a la princesa:
–Siiií.
<<¿Ha pasado la malvada bruja?>>:
–Que siiií.
Y ya no sabes por qué pero luego gritas:
–Nooo.
Felices, los niños se llevan los sopapos sonoros a sus casas, desgañitados con el “toma, toma y toma”, de la estaca de cartón.
Los hilos ilusos de la infancia se han roto en mil pedazos y duelen como estacas clavadas en el corazón.