En esa casa no vive Mizuki
Tanaka. El señor ha dejado su apartamento de la playa de Norigami. De hecho se
fue a una gira por Sudamérica y no sabemos cuándo volverá. Su trabajo de
supervisor de plataformas petrolíferas le permite largas ausencias. Su esposa se
reunirá con él en Río, cuando termine su pase de modelos. Él no lo sabe
todavía, pero ella está de tres meses. Se lo ha dicho a su estilista que sonríe
pensando en su novio bombero: el rojo le sienta tan bien.
martes, 24 de mayo de 2016
lunes, 16 de mayo de 2016
EL FIN DEL MUNDO
Desde el otro lado del planeta se propagó la
sombra. Cada día avanzaba un centenar de leguas. Las estrellas caían por el
horizonte como hojas secas al tiempo que los edificios como flanes temblorosos
se agrietaban y se deshacían, dejando al descubierto su armazón de metal como
una garra inerme que va trazando en el aire una plegaria hambrienta.
Hace ya setenta días que la humanidad enloquece y
se dispersa por los cauces secos y los páramos baldíos. La onda que precede al
colapso se acerca inexorable. Sabemos que es el final porque los teletipos han
dejado de teclear su cantinela y enmudece la radio.
miércoles, 4 de mayo de 2016
PINCELADAS PARA UNA EXPOSICIÓN
Es como sale mejor, con la mirada al frente, fija
en un punto cercano al infinito por encima del objetivo; la mano izquierda
sobre el puño dorado de la espada y la derecha abierta sobre el plexo
acariciando la roja cruz de malta.
Un instante eterno: abre el diafragma, dispara.
Después viene la sesión de cuadro-shop: quitar el reflejo en los quevedos, retocar
un bucle, pegar un último brochazo al óleo, y dejarlo secar.
Al fin cuando se exhiba, abierto
a todas las tendencias, contrasta, opina; pero sobre todo, aléjate del arte ultramoderno, ese
impresionismo que todo lo emborrona.
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